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Bajan las hipotecas inversas

Hace poco mi madre me manifestó que quería irse a vivir a esta residencia de ancianos en Madrid, ya que en su casa no se sentía muy a gusto estando ella sola o al cuidado de desconocidos, y el periodo que había pasado en mi casa tampoco le había resultado muy confortable, ya que tanto mi marido como yo trabajábamos y se pasaba la mayor parte del tiempo sola en la vivienda.

Estas razones la llevaron a reflexionar y a plantearse la opción de vivir en una residencia de ancianos. No se encuentra totalmente impedida, pero quería tener la compañía de personas de su edad, con quienes compartir vivencias de una misma época del Madrid en el que le tocó habitar, así como hacer actividades propias de sus años y estar al cuidado de un personal especializado en geriatría al que pudiese recurrir en caso necesario.

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Cae la concesión de las hipotecas inversas debido a la crisis.

Nosotros estuvimos buscando cuáles eran las mejores opciones dentro de Madrid para vivir en una residencia de ancianos, ya que en una ciudad tan masificada puedes caer en el error de acudir al primer geriátrico que te encuentras pensando que es de calidad, pero es muy fácil equivocarse.

Finalmente nos decantamos por Sanvital, para su tranquilidad y la nuestra, ya que en esta residencia de ancianos en Madrid estaría atendida las 24 horas del día por un equipo humano muy cualificado, del que recibiríaa toda la atención, cariño y respeto que merece. Totalmente adaptada para atender personas válidas y dependientes, esta residencia de ancianos en Madrid tiene capacidad para 90 personas y se estructura en tres unidades de convivencia independientes para atender a los residentes de manera individualizada.

Aquí se ofrecen diferentes niveles de asistencia personalizada, en función de las necesidades de atención y los perfiles de los usuarios para facilitar un conjunto de acciones coordinadas que mantengan la calidad de vida, buscando mejoras y cambios positivos en la situación de los residentes. Asimismo, en la residencia de ancianos en Madrid se puede elegir entre habitaciones dobles, individuales o suites con terraza, todas ellas dotadas de baño geriátrico completo, camas electrónicas de cuatro planos, lencería de algodón, teléfono y teleasistencia.

Pero una residencia de esta calidad hay que pagarla, y no todos los ancianos pueden hacer frente a este coste. En el caso de mi madre, con una pensión de viudedad, los ingresos eran muy pequeños, así que tuvimos que estudiar otras opciones, entre las que se encontraba la hipoteca inversa, que en la actualidad se encuentra en horas muy bajas y es muy difícil de conseguir debido a que con la bajaba del precio de los inmuebles los bancos no quieren tener más stock de los mismos por si luego no pueden ganar dinero con ellos.

La hipoteca inversa consiste en que el banco ofrezca a las personas mayores, por encima de los sesenta y cinco años, una renta de carácter vitalicio más una entrada mayor por su inmueble hasta su fallecimiento y con la casa como garantía o aval de la operación. Se tasa la vivienda y en función de la edad del cliente y el precio de la misma la cuantía a percibir varía.

Este producto cuenta con la opción de ser cancelado por parte del cliente si este devuelve la cantidad que le ha sido prestada, así como se ofrece la opción a los herederos del inmueble de hacer este pago durante los doce meses posteriores al fallecimiento del anterior dueño para cancelar así la deuda.

Pero como decimos, nosotros creo que hemos sido una de las pocas familias que hemos conseguido liquidez a través de este sistema que ya los bancos apenas ofrecen porque el mercado inmobiliario no acepta más ladrillo en la actualidad y podría acabar resultando un gasto para las entidades, ya que son estas las que luego se encargan de pagar los recibos de la contribución, las derramas, la cuota de la comunidad o el seguro de hogar.

 

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