Hace unos días, hablando con una tía mía que es todavía joven y está soltera, le comentaba que yo acababa de comprarme una casa en la ciudad en la que vivo cuando me preguntaba acerca de las novedades que tenía después de haber pasado unos meses sin charlar. A raíz de eso, ella me comentó que enfrente del edificio en el que vive de alquiler vendían también unos pisos de dos y tres habitaciones y que le gustaría adquirir uno. El más grande se le hacía caro, pero creía que podría pagar la hipoteca del apartamento. Pero entonces me soltó una frase que me dejó atónica, de su discurso saqué la conclusión de que mi tía poco sabía del proceso de los bancos y las hipotecas. Creía que podías pedir la cantidad que te diese la gana sin tener nada ahorrado, es más, pensaba que era posible solicitar un préstamos por el valor de la casa y también por el precio de los muebles que necesitas para que fuese al menos habitable.
Tras esta conversación me acordé de que a mí me había ocurrido algo similar cuando me compré mi casa, que no tenía ni idea de cómo funcionaba el sistema financiero. Lo cierto es que casi normal si es la primera vez que adquirimos una casa, ya que hasta ese momento es probable que no hayamos tenido la necesidad de aprender nada sobre el sector.
Pero yo tuve suerte, ya que adquirí mi casa asesorada por una de las mejores inmobiliarias de Algete y la zona de Cobeña, Ajalvir, Daganzo, etc., en definitiva, de la zona noreste de Madrid y de la zona oeste de Guadalajara, así como Cantabria. Se trata de Fresno Inmobiliaria, formada por un grupo de profesionales con más de diez años de experiencia en el mercado inmobiliario, cuyo objetivo es ayudar y cubrir todas las necesidades del cliente en el proceso de compra, venta o alquiler. Los profesionales que conforman esta inmobiliaria están formados y preparados para poder llevar a cabo cualquier gestión inmobiliaria con la máxima eficacia y conmigo la verdad es que lo demostraron con creces.
Fresno Inmobiliaria es una empresa que se diferencia de las demás inmobiliarias por su filosofía de trabajo integral, cubriendo todo el recorrido que abarca la compra, venta o alquiler de la vivienda, acompañando al cliente desde el primer contacto, telefónico o personal en la oficina, hasta el proceso de postventa. Esto es algo de agradecer, ya que todos sabemos que posiblemente una casa sea la mayor inversión que haremos en nuestra vida, ni siquiera es comparable a lo que podemos gastar en un coche y muchas veces supera también a lo invertido en otros gastos como pueden ser un negocio o una empresa. De esta forma, queremos sentirnos asesorados jurídica, administrativa, legal y fiscalmente para que en todo momento actuemos con efectividad, tanto si compramos como vendemos.
En mi caso me atrajeron especialmente por el servicio financiero, ya que yo buscaba una casa sin muchas especificaciones la verdad, pero sí estaba muy interesada en no perder el tiempo y ver solamente viviendas que se adecuasen a mis posibilidades. Y para la inmobiliaria es también muy importante, ya que no tiene sentido llevar al cliente a visitar una casa en la que no pueden finalizar la operación.
Su sistema es llevar a cabo, por lo tanto, un estudio financiero personalizado entre la primera y la segunda visita para conocer cuáles de las viviendas que nos pueden mostrar están dentro de nuestras posibilidades. Asimismo, cuentan con las mejores entidades bancarias y nos informan de todos los productos financieros que actualmente ofrece el mercado para que podamos elegir el que mejor se adapte a nuestras necesidades, desde hipotecas por cambio de casa (permite vender sin prisa y comprar la nueva vivienda pagando como si ya hubiéramos vendido la anterior), hasta hipoteca fácil (se financia hasta el 100% del valor de la casa que compramos y se ofrece un plazo máximo de 40 años. Los primeros años se puede elegir entre cuotas progresivas o constantes. También puede reembolsarse anticipadamente sin coste, cada año, una cantidad equivalente a 2 mensualidades), pasado por hipoteca sobre plano (solución para los que no disponen de las cantidades a abonar al promotor hasta la entrega de llaves), hipoteca señal (se financia la señal con un préstamo personal garantizándole la hipoteca que necesitará más adelante para la compra de la vivienda), hipoteca cuota única (se unifican las deudas en un solo préstamo con garantía hipotecaria y a devolver hasta en 40 años. La hipoteca cubre hasta el 80% del valor de la tasación), hipoteca cuota cero (durante el primer año no se paga ninguna cuota, no se amortiza capital y los intereses se difieren total o parcialmente pasando a formar parte del capital pendiente) e hipoteca libre (permite comprar ahora la casa y más adelante facilitará la compra de coche, muebles, mejorar la vivienda…, porque a medida que se va pagando la hipoteca se puede volver a disponer del capital amortizado, y a un tipo de interés competitivo).