¿Sabéis qué? Puede que la crisis haya modificado nuestros hábitos y obviamente aquello que antes hacíamos sin problema ahora hay muchas familias que, aunque digan que estamos saliendo de este bache económico, siguen teniendo que pensarse las cosas dos veces y organizarse mucho para poder llevarlas a cabo. Pero ha llegado un punto en el que he decidido que si no puedo hacer algo que tenía pensado o que necesito hacer tal vez pueda adaptarlo pero no quedarme sin ello. Por ejemplo, quería hacer reformas en mi casa, porque es antigua y las necesita, y no puedo hacerlas pero lo que sí puedo es hacerle un lavado de cara: la semana pasada cambié mi salón en Sillas JValls, me compré unas bonitas sillas y una mesa que quedan de maravilla y que he podido permitirme de manera más o menos desahogada y puede que el mes que viene pinte toda la casa o me compré un nuevo sofá, ¡quién sabe!
Y es que conozco a muchísimas personas, yo la primera, que como se las ven negras todos los meses para pagar la hipoteca no pueden permitirse ningún capricho y dejan de lado todo aquello que tenían planeado hacer. Está claro que muchas veces es necesario y no podemos hacer nada por cambiar las cosas, pero otras veces lo que sí podemos hacer es adaptar la idea.
En mi caso voy a pintar yo toda la casa. Es fácil encontrar un bonito color para una habitación concreta por unos 25 euros e incluso por menos si encuentras alguna promoción u oferta, y si lo haces todo de blanco sale aún más barato, así que voy a ir comprando cada mes un bote de pintura diferente e iré pintando, mes a mes, cada habitación hasta tener toda la casa reluciente y como nueva. De este modo me ahorro toda la mano de obra y al hacerlo yo poco a poco no tengo que desembolsar una gran cantidad de dinero de golpe.
Como ya he dicho este mes me he cambiado las mesas y las sillas y también quiero cambiar mi sofá y ya le he echado el ojo a un par que hay en las típicas tiendas anticrisis. Sé perfectamente que no son de la mejor calidad pero, hoy por hoy… ¿qué más da? Si son cómodos y me gustan me da igual que se me rompan en tres años porque puede que para ese entonces pueda permitirme algo mucho mejor ¡quién sabe!
También voy a cambiar la entrada y recibidor, la salita e incluso mi habitación pero todo, poco a poco.
Y es que necesitaba este cambio de aires como agua de mayo y aunque no sea tal y como lo tenía pensado voy a hacerlo porque estoy harta de no poder hacer nada y de estar pensando siempre en ahorrar y en el “por si”.
Lo que sí que tendré que dejar como está es el baño y la cocina porque por muy manitas que sea aún no me veo capacitada para cambiar sanitarios ni montar muebles de cocina. Aunque nunca se sabe, a lo mejor cuando acabe todo lo demás me animo y que sea lo que Dios quiera…