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Cómo pedir una hipoteca para montar un negocio

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Cuando hablamos de hipotecas siempre se nos viene a la cabeza las viviendas. Pero no siempre es así, a continuación os voy a contar mi relación amor-odio con las hipotecas, pero en este caso, una que solicité para montar mi propio negocio.

La ilusión de mi vida siempre ha sido ser empresario. Sí, llamadme loco. Pero es así la cosa. Además, como la cocina no se me da nada mal (permítaseme la modestia) decidí montar un restaurante pizzería. Lo único que tenía claro era la maquinaria que quería que hubiera en mi local. Para ello me puse en contacto con Islineto, una empresa que suministra e instala todo el material necesario para abrir una nueva pizzería. Por emjeplo hornos para pizzas, amasadoras, mesas, accesorios para pizza como paletas, bolsas térmicas, cajones moto y cajas, sin olvidar la harina y suministros alimentarios. En definitiva, todo.

Después de tenerlo, comenzó mi búsqueda de un local que satisficiera mis necesidades. Y aunque no fue fácil, lo encontré. Aunque la comercialización de hipotecas para negocios no está muy extendida, a pesar de la fuerte demanda que genera la adquisición de estos bienes entre los usuarios, pues son más baratos que un piso.

En mi opinión me parecen unas hipotecas más sencillas, ya que son más flexibles, pues somos los propios usuarios quienes podemos elegir el tipo de interés (fijo o variable), en función de nuestras necesidades. En cualquier caso, la oferta que presentan los bancos se limita tan solo a un par de propuestas puntuales con las que satisfacer la demanda de sus clientes, aunque es un segmento de exploración por las entidades financieras y no es descartable que en los próximos meses aparezcan más.

Visité varios bancos. En Nova Galicia me presentaron un plan que se financia hasta el 60% del valor de tasación o de compraventa del inmueble (el menor de ambos), con un plazo de amortización que alcanza hasta los 15 años para devolver el préstamo mediante cuotas mensuales.

Luego me acerqué al Banco Santander. Lo gestionan a través del Supercrédito Local, para los casos en que sus clientes lo que necesiten es disponer de un local o cambiar el destino de su negocio. Financian su adquisición, mediante un préstamo, cuando la actividad sea de comercio minorista. El plazo máximo para devolver el dinero es también de 15 años, y se puede seleccionar entre un tipo de interés fijo y otro variable.

Visité también Cajamar por medio de su Hipoteca Multiuso, que permite reutilizar el importe ya amortizado para financiar determinadas finalidades de consumo familiar, adquisición de mobiliario y enseres domésticos. Su objetivo es la compra y, después, el capital amortizado puede ser usado de nuevo para las finalidades antes reseñadas. El importe máximo que concede este crédito hipotecario es de hasta el 80% del menor valor de adquisición o de tasación, y da un plazo máximo para amortizarlo de 40 años. Por otro lado, las disposiciones sucesivas, tendrán un vencimiento máximo de 10 años, con el límite de la fecha de vencimiento final de la hipoteca.

Yo al final me decanté por el Banco Santander. Sé que al principio no puede parecer fácil, pero todo es cuestión de echarle ganas. De verdad, que no te dé miedo meterte en una hipoteca para tu negocio, porque en mi opinión, yo lo veo más como una inversión de futuro que como un gasto. Buena suerte.

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