Para tus trámites empresariales, nada mejor que un buen asesoramiento jurídico y fiscal

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Siempre tuve claro que lo mío era la traducción y la interpretación. Ya de pequeña tenía facilidades para los idiomas. Al graduarme decidí ser mi propia jefa y abrir una agencia de traducción. Pero no sabía por dónde empezar ni cómo hacerlo… Entonces opté por dirigirme a esta asesoría laboral en Santander, a pocos metros de mi casa, y que llevaba más de diez años prestando sus servicios de asesoramiento jurídico en distintas materias. En lo que me interesaba a mí, a saber el asesoramiento fiscal, laboral y contable de empresas y autónomos, me informé y me aseguraron de que los servicios que prestaban aportaban soluciones tanto en el ámbito de la contabilidad como en el de las finanzas.

Lo mío eran las lenguas y las letras, el rollo de las cifras y del papeleo ¡para nada! Por ello, decidí confiar en ellos. Desde entonces, han pasado unos cuantos años y no me arrepiento en absoluto de mi elección. El despacho me facilita de verdad mi día a día y así puedo consagrarme a lo que me llena y me satisface: la traducción e interpretación, tanto administrativa como literaria.

La importancia de un correcto y adecuado asesoramiento

Tal y como lo he dicho más arriba, a mí las cifras y todo lo que esté relacionado con los trámites administrativos y demás me aburren e incluso me agobian. ¡No los soporto! Sin embargo, claro está que no puedes prescindir de ellos ¡y menos cuando tienes una empresa! Pero encontrar a un buen asesor no es una tarea fácil. Muchos sólo buscan en efecto cerrar una venta y les importa bien poco orientarte debidamente, cuando un buen profesional debe ser capaz de escuchar y entender las necesidades de su cliente para poder aconsejarle lo mejor posible en muchos de los temas y elementos que él desconozca. Personalmente, con mi asesor estoy muy satisfecha, me lleva todos los temas relacionados con la gestión laboral, contable y fiscal, etcétera. Con el paso de los años se ha incluso convertido en un amigo fiel y de confianza, capaz de empatía y de ponerse en mi piel. ¡Eso vale mucho! Porque cuando eres joven y que decides lanzarte en la aventura empresarial sin tener conocimientos sobre ello, que alguien te aporte su ayuda, profesionalidad y buen hacer es fundamental y necesario.

A día de hoy, me es posible vivir de mi pasión y trabajo

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Debo reconocer que los primeros meses de mi actividad fueron complicados. Pues hasta que no me fue conociendo la gente, hasta que mi reputación de buena profesional no fue creciendo y con ello fuera adquiriendo cada vez más y más clientes, pasó cierto tiempo. Algunos días llegué incluso a cuestionarme sobre mi elección y profesión. No obstante, a día de hoy puedo decir con orgullo y felicidad que vivo de mi pasión. No es que sea para nada millonaria, pero vivo decentemente de mi trabajo y en los tiempos que corren es casi un lujo. Haber elegido al despacho Trámites Fáciles Santander Abogados & Asesores, fue un auténtico acierto. Pues supieron escucharme y asesorarme de la mejor manera posible para llevarme ahí donde yo quería llegar. De hecho, en la actualidad sigo con ellos. ¡Por algo será! Dicho esto y en un mundo cada vez más globalizado y en el que miles de personas deben emigrar por cuestiones laborales u otras, saber idiomas es importantísimo por no decir imprescindible. Además, ello te abre muchas puertas y te hace ser más tolerante y abierto hacia tus semejantes. Últimamente, aparte de los idiomas más comunes que oferto en mi agencia (inglés, francés, alemán, italiano, portugués…), estoy pensando en proponer también un servicio de traducción e interpretación en lengua árabe y otro en idioma chino ya que cada vez más clientes me lo están pidiendo. Con lo cual, a los que me leáis: ¡aprended idiomas! Siempre os servirá…

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