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Las nuevas hipotecas después del boom

Hipotecas después del boom

El otro día recordábamos un grupo de amigos como mucha gente se vio abocado a pagar unas hipotecas desproporcionadas al comprar su vivienda durante la época del boom. La conversación nos vino a la cabeza después de enterarnos de que uno de nuestros amigos se había comprado una casa nueva y había instalado piscina, la pregunta fue…¿han cambiado las hipotecas después de pasar el boom? ¿Cómo son? ¿Son mejores?

Pues bien, por si alguien tiene esta duda os cuento. Bien es cierto que desde hace dos años, la banca ha ido abriendo el grifo de los créditos, al mismo tiempo que los ha ido abaratando. Pero esto quiere decir qué son mejores. Pero saberlo hay que acudir al famoso tipo de interés. En ese sentido, en 2010 era de euríbor, que se situaba en junio en el 1,28 más 0,50 % de media, lo que arrojaba un balance del 1,78. En este 2015, es de euríbor más 0,163 % en junio más un diferencial del 1,5 % de media, lo que arroja un TAE del 1,663 %, aunque en algunos casos se pueden encontrar créditos más baratos. Por ejemplo, Liberbank comercializa un crédito hipotecario al 0,99% y Kutxabank, del 1%.

En uno de los aspectos que hemos salido ganando es en la famosa cláusula suelo. Es decir, un interés mínimo que cobraban las entidades, independientemente del euríbor más diferencial que tuviera el hipotecado. En 2010, los suelos podían llegar al 5 %, sin embargo, uno de los aspectos en los que más se ha avanzado en 2015, y sobre todo a raíz de sentencias en contra de los bancos, es la eliminación total de él. Así que algo hemos ganado.

Lo que sí estaba claro es que el precio de la vivienda estaba sobrevalorada y esto hacía que el futuro hipotecado optase por plazos largos, hasta 40 e incluso 50 años, para abaratar la cuota. En 2015 solo llega a los 30 años o 40 en casos de hipotecados muy jóvenes o hipotecas para pisos de bancos. O como en el caso de este amigo mío que puede adquirir una hipoteca por 20 años. Con lo que se ha ahorrado es con lo que ha puesto la piscina de poliéster.

Durante el boom inmobiliario la principal queja que ha recibido la banca es su facilidad para conceder hipotecas a clientes no lo suficientemente solventes. Todos recordamos los casos de gente de fuera que con una nómina de 1.000 euros pedía préstamos desproporcionados. No se cumplía lo marcado que era que la cuota no superara el 35% del total de ingresos o el 80% del valor de tasación. Así, en 2010 era posible conseguir hipotecas al 110 %, ahora mientras que en 2015 los bancos no ofrecen más del 80 % a no ser que compremos un piso del banco, y en ese caso cobran un interés más alto que en las hipotecas al 80%. Algo que nos puede parecer mal pero que a la larga es bueno para evitar sustos.

Y es que yo podría haber pedido perfectamente más dinero para la construcción de la piscina como ha hecho mi amigo, pero hice cuentas y no me salían. Por eso preferí no hacerlo. Afortunadamente, tengo un vecino con ella, que me ha invitado a ella, y la verdad es que no le digo que no porque es una gozada, meterse en esa piscina de fibra. Mientras seamos pobres habrá que aprovecharse.

Como puedes ver, afortunadamente, la banca ha cambiado su forma de actuar respecto a las hipotecas. Esperemos que siga siendo así.

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